Pescado en el Cantábrico mediante artes tradicionales de bajura, el Bonito del Norte llega fresco a la conservera Catalina en Santoña.
Los lomos se limpian y cortan a mano, se escaldan brevemente y se acomodan en la lata, cubriéndolos sólo con aceite de oliva suave que respeta su sabor delicado.
Tras unas semanas de reposo, la carne blanca y firme se vuelve untuosa y mantiene todo su jugo natural, ideal para ensaladas, empanadas, arroces o un bocadillo gourmet con piparras y pimientos asados.