Elaborados en un obrador familiar del Piamonte, los Grissini crujientes hechos a mano 100 g se modelan individualmente a partir de una masa de harina de trigo duro, aceite de oliva virgen extra, levadura madre, sal marina y agua de manantial.
Tras un lento levado, cada bastón se estira y se hornea a alta temperatura hasta adquirir un color miel y una textura ligera que cruje sin desmigarse.
Su sabor neutro con delicadas notas tostadas realza embutidos, quesos curados, patés vegetales o carpaccios; también acompaña sopas y ensaladas como toque crujiente.
Bolsa de 100 g sellada en atmósfera protectora, sin aditivos ni aceite de palma.