Elaborada en Gragnano, capital histórica de la pasta, la Pasta Pappardelle IGP 500 g nace de sémola 100 % italiana y agua pura de los montes Lattari.
Se extruye en troqueles de bronce y se seca lentamente a baja temperatura, lo que potencia el aroma a trigo y deja una superficie rugosa perfecta para retener la salsa.
Sus cintas anchas —nombre derivado del verbo pappare, “devorar”— envuelven ragús de jabalí, setas porcini o estofados de cordero, ofreciendo una experiencia al dente que recuerda a la cocina toscana más reconfortante.