La “Classica” de Bodrato nace en Novi Ligure, corazón piamontés del gianduja.
Un 40 % de avellana Tonda Gentile Trilobata —tostada lenta para exaltar su perfume mantecoso— se muele en piedra hasta lograr una pasta sedosa.
Se mezcla con cacao de origen ecuatoriano, leche entera en polvo y azúcar de caña sin refinar; sin grasas añadidas, ni aromas, ni lecitina.
El resultado es una crema untuosa y brillante, con notas de praliné, caramelo lácteo y un final largo a cacao.
Ideal para untar sobre pan brioche, rellenar crêpes o coronar un helado de vainilla; basta una cucharada para un capricho auténticamente italiano.