Capturadas en la costera de primavera con artes de cerco sostenibles, estas anchoas del Cantábrico Hazas se someten a un salado lento de más de ocho meses en barrica.
Cada lomo se desespina a pinza, uno a uno, para garantizar una textura impecable sin espinas residuales.
Tras el lavado en agua templada, los filetes se secan al aire y se cubren con aceite de oliva ligero que realza sus notas a frutos secos y mantequilla.
Presentadas en lata redonda protegida con malla marinera y premiadas con Great Taste 2020, son el acompañamiento perfecto para pan de masa madre, burrata o gildas caseras.