Solomillo central de salmón atlántico, la parte más magra y delicada del pez, curado en seco con sal marina y azúcar moreno para realzar su sabor natural.
Se ahúma lentamente a baja temperatura con maderas nobles de haya y roble que aportan notas sutiles a humo dulce. A continuación se brasea brevemente para sellar la superficie y generar un ligero toque caramelizado.
Finalmente se confita en aceite de oliva virgen extra y se envasa en caliente, preservando una textura firme pero jugosa. Perfecto para ensaladas de cítricos, tartas saladas o montaditos con crema agria y eneldo.